Quien iba a decir que aquel niño nacido al sur de Italia el 9 de octubre de 1880 se convertiría en el gran misionero del este africano en la región llamada, por entonces, Abisinia. Allí murió a los 60 años donde estuvo al servicio, como obispo, de la Iglesia católica.

Entra a formar parte de la Congregación de la Misión en 1818, es ordenado presbítero en 1824 y se dedica a la formación de los estudiantes, a la vez, que está atento a las necesidades de los pobres de su tiempo sobre todo en las grandes crisis de la epidemia del cólera.

En 1839 es enviado a la nueva misión africana y se entrega de lleno a la evangelización. Para ello, se incultura totalmente en las tradiciones de la zona: aprende la lengua, usa la vestimenta, dialoga con los diferentes grupos cristianos….

Finalmente muere en el camino  hacia Halai, en el valle de Aligade afectado de fiebres tropicales. El P. Robeert Maloney dice sobre él que es el misionero paúl que más se asemejó al fundador.

Su fiesta litúrgica se celebra el 30 de julio.

Para más información: https://famvin.org/es/2020/07/30/cinco-rostros-de-justino-de-jacobis/