François-Regis Clet nace el 19 de agosto de 1748 en la región fracnesa de Grenoble. Las etapas de su vida – alumno de los Jesuitas, seminarista diocesano, estudiante brillante, respuesta a la llamada en la Congregación de la Misión en Lión – sólo fueron etapas donde Dios fue mostrándose  sencillo y paciente. Fue profesor de teología en Annecy, Superior de su comunidad y más tarde Director del Seminario interno de la Congregación de la Misión en la Maison-Mère en París.

Las tempestades de la Revolución Francesa no hicieron más que fortificar las raíces misioneras de este sencillo hombre. A partir del momento en que embarcó hacia China, en abril de 1791 y llegó a Kiang-Si en octubre de 1792, pudo ver hacia donde le iba a conducir el Señor. Casi durante treinta años, se dedicó completamente a la misión china y se conformó a un nuevo estilo de vida, así como a un idioma difícil. La situación fue peligrosa a causa de las persecuciones y tuvo que evitar ser reconocido.

El Padre Clet fue encarcelado en Jinjiagang y más tarde en Nan-Yang-Fou. Después de meses de sufrimientos, fue condenado a muerte. Dos falsos testimonios fueron la acusación contra él: “Vd. ha venido a China en secreto, ha pervertido a numerosas personas con la doctrina que predica y según la ley, tiene que ser estrangulado hasta la muerte”.

François-Regis murió cerca de Ou-Tchang-Fou el 18 de febrero de 1820. En sus sufrimientos hasta la cruz, podía pensar en su Maestro y descubrir el sentido de su camino que le dio la fuerza para llegar hasta al final.

La Capilla de la Casa-Madre de la Congregación de la Misión conserva su cuerpo entregado que ya goza de la luz gloriosa de Aquel que siguió hasta el extremo.

Fue beatificado el 27 de mayo de 1900 por León XIII y canonizado en octubre del año 2000.

Su fiesta litúrgica se celebra el 9 de julio.

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