Bienvenida/o a este momento de encuentro con el Dios padre/madre. En este segundo
domingo de Adviento te seguimos acompañando en este tiempo de espera, es tiempo de
despertar, de preparar el camino al Señor…. Ponte cómoda/o, y respira …este es un momento
para encontrarte con ellos, te sugiero que puedas preparar tu espacio…, busca un momento
tranquilo, en calma…enciende una velita y concéntrate en su luz, este momento es para ti, para
iluminarte en este domingo para dar gracias por la vida y por cada amanecer…respira hondo …
sonríe … y disfrutalooooo, estamos a la espera…

Evangelio (Mateo 3, 1-12)
Por aquellos días, Juan Bautista se presentó en el desierto de Judea, predicando:
«Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos». Este es el que anunció el Profeta Isaías
diciendo: «Voz del que grita en el desierto: “Preparad el camino del Señor, allanad sus
senderos”».
Juan llevaba un vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se
alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y acudía a él toda la gente de Jerusalén, de Judea
y de la comarca del Jordán; confesaban sus pecados y él los bautizaba en el Jordán. Al ver que
muchos fariseos y saduceos venían a que los bautizara, les dijo: «¡Raza de víboras!, ¿quién os
ha enseñado a escapar del castigo inminente? Dad el fruto que pide la conversión. Y no os
hagáis ilusiones, pensando: “Tenemos por padre a Abrahán”, pues os digo que Dios es capaz
de sacar hijos de Abrahán de estas piedras. Ya toca el hacha la raíz de los árboles, y todo árbol
que no dé buen fruto será talado y echado al fuego.
Yo os bautizo con agua para que os convirtáis; pero el que viene detrás de mí es más fuerte
que yo y no merezco ni llevarle las sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego. Él
tiene el bieldo en la mano: aventará su parva, reunirá su trigo en el granero y quemará la paja
en una hoguera que no se apaga».

REFLEXIÓN
«Preparad el camino al Señor». Este grito de Juan Bautista no ha perdido actualidad. Seamos
conscientes o no de ello, Dios está siempre viniendo a nosotras. Podemos de nuevo
encontrarnos con él. La fe se puede despertar otra vez en nuestro corazón. Lo primero que
necesitamos es encontrarnos con nosotros mismos con más hondura y sinceridad. El tiempo
se acerca y Dios quiere encontrarnos de su lado.

ORACIÓN
María de Nazaret
madre de nuestro Señor,
compañera de nuestras marchas,
ven a visitarnos,
quédate con nosotros.
Te necesitamos, madre buena,
vivimos tiempos difíciles,
atravesamos bajones,
tenemos caídas,
nos agarra la flojera
nos inmoviliza la apatía,
nos da rabia la solidez de la injusticia.
María, virgen de la Esperanza,
contágianos tu fuerza,
acércanos el Espíritu que llena tu vida.
Ayúdanos a vivir con alegría.

Por gentileza de: misevi.es