Oh Glorioso San José, hombre justo, fiel y bueno.  Eres reflejo de la paternidad de Dios y patrono de las vocaciones vicencianas.  Por ti ponemos nuestra esperanza y confianza en Jesús. San José, a quien Dios encomendó el cuidado de la Familia de Nazaret, sea el padre y protector de nuestra Familia Vicenciana e inspíranos con la gracia de vivir siempre en fidelidad y amor, sobre todo el compromiso por el derecho y la justicia hacia el los más pobres. Toma nuestros jóvenes vocacionados, nuestras comunidades, provincias y trabajos bajo tu protección. Oh Dios, por intercesión de San José, “envía buenos operarios a tu Iglesia, para trabajar en tu viña, que sean buenos de verdad, aunque sean en menos número (SVP)” Amén.

San José, ruega por nosotros.

San Vicente de Paúl, ruega por nosotros.

Pincha en la siguiente imagen para descargar este material (formato PDF):