En este mes de octubre, dedicado por la Iglesia a las misiones, recordamos a los tres primeros misioneros que acompañaron a Vicente de Paúl en el inicio de nuestra Congregación misionera. Ellos dieron origen y forma a lo que ahora somos. Le debemos nuestra gratitud por haber sido llamados, como ellos, a degastar nuestra vida siendo Paúles.
Antonie Portail (1590-1660)
Nace el 22 de noviembre de 1590 en la pequeña ciudad occitana de Beaucaire a orillas del río Ródano.
Va a estudiar a París en 1612. En ese mismo año conoce a Vicente de Paúl en la parroquia de la aldea de Clichy. Es el primero en comenzar la obra de las misiones junto al fundador. Le acompañará en la amistad, en la misión y en el consejo de gobierno de la Congregación desde 1622 hasta su muerte el 14 febrero de 1660.
Destaca por su lealtad a Vicente, por su humildad, a la vez, que por su inteligencia y por sus dotes de escritor.
Trabajó como asistente de la Congregación, Director de las Hijas de la Caridad y Visitador de las casas existentes en aquel tiempo.
Fraçois Du Coudray (1586-1649)
Amiens es la ciudad en donde comienza a ver la luz este misionero en 1586.
Castillo de Richelieu, ciudad donde murió el P. Ducodray.
Con 32 años es ordenado presbítero y se une al binomio DePaul-Portail en marzo de 1626.
Dotado de habilidades lingüísticas es enviado a Roma en 1631 para negociar la aprobación papal de la nueva compañía misionera. Trabajó en primera línea de batalla asistiendo a los pobres en varias ciudades y regiones francesas, como Marsella o Richelieu. En esta última casa le sorprendió la muerte el primer día del tercer mes del año 1649.
Jean De la Salle (1598-1639)
Jean de la Salle, nace el 10 de septiembre de 1598 en una pequeña aldea a 20 Km. de Amiens llamada Seux.
Se unió a los tres misioneros anteriores en abril de 1626 y dedicó gran parte de su vida al ministerio de las misiones en la campaña francesa y a la predicación de ejercicios a los que iban a ser ordenados. También fue el primer director del Seminario Interno abierto en París en 1637.
Destaca por su celo apostólico, su inteligencia y su gran ímpetu misionero.
Fue el primer misionero que muere en la Congregación el 9 de octubre de 1639 y Vicente de Paúl lo siente con gran pesar.
Uno de los campos que misionó el P. La Salle.