Jesús estaba junto a Dios, pero ha bajado a este mundo y ha preparado un banquete en el que ofrece un pan que es su propia carne, su misma persona. Para el que se alimenta de él acogiéndolo con fe, se convierte en un pan de vida eterna que permite entrar en una comunión inesperada con Dios.
Esa comunión es la que nos permite darnos cuenta de lo que el Señor quiere HOY de nosotros.
¡Caridad y Misión!
P. Chuno, CM
Pincha en una de las siguientes imágenes para descargar la Lectio de este domingo (formato PDF o Word):