La fidelidad a la propia vocación lleva consigo responder a las llamadas que Dios hace a lo largo de la vida. Habitualmente se trata de una fidelidad en lo pequeño de cada jornada, de amar a Dios en el trabajo, en las alegrías y penas que conlleva toda existencia, de rechazar con firmeza aquello que de alguna manera signifique mirar donde no podemos encontrar a Cristo.
¡Caridad y Misión!
P. Chuno, CM
Pincha en una de las siguientes imágenes para descargar la Lectio de este domingo (formato PDF o Word):