SE LEVANTÓ MARÍA Y SE PUSO EN CAMINO

 

 

AMBIENTACIÓN.

María era una joven como todas, con sueños y deseos. De repente, Dios se aparece en su vida invitándola a cambiarlo todo por la oferta que él le hace: ser la Madre de Jesús, el Salvador. María se sintió desconcertada por un momento, pero cuando el ángel le garantizó la presencia de Dios, entonces inició un camino que ya no tenía regreso. De esta opción generosa de María nos llegó el más grande regalo que podíamos esperar: Jesús mismo.  En este mes de mayo en el que la liturgia nos invita a descubrir y contemplar la figura de María, dediquemos un tiempo de oración para estar con Ella. Nos ayudará la meditación del relato de la Visitación de María a su prima. Veamos a María como modelo de entrega a Dios y como testigo llevando a su prima el amor y la vida que crece en su interior. Oremos también por los jóvenes que sienten en su corazón la inquietud de responder a la llamada de Dios y que con valentía inicien el camino de entrega.

 

 

CANTO: MADRE DEL AMOR.   (Cristóbal Fones)

 

 

ESCUCHAMOS LA PALABRA: «SE LEVANTÓ MARÍA Y SE PUSO EN CAMINO HACIA LA MONTAÑA» Lc 1,39-56

«En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: ‘Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!’

Y dijo María: ‘Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava (…) María permaneció con ella unos tres meses, y se volvió a su casa».

 

CONTEMPLACIÓN DE LA PALABRA.

 

– Se levantó. No necesitamos un derroche de imaginación para empatizar con María y hacernos cargo del impacto que tuvo que suponer para ella la experiencia del mensaje del arcángel Gabriel. Buen momento para interiorizar y compartir sus sensaciones y sentimientos dada su fe. Visualiza desde tu interior como estaría María en este momento.

María… se “levanta”… y “corre”…, hacia la «montaña’ donde vive su prima ¿También nosotros ante una experiencia interior corremos rápidos a comunicarla, pese a lo que, nos cueste ir hacia la montaña? ¿O corremos el riesgo de que nuestra fe con sus creencias se apolille de tan cercada como la tenemos?

– María corre a convertir su fe en servicio. Es en esta versión del verbo creer cuando nuestra fe se hace alegre, contagiosa, fértil, vencedora del pecado. E Isabel le felicita porque «ha creído’, le asegura que “todo se le cumplirá” y hasta el niño Juan que lleva en su vientre “salta de gozo” y “queda limpio”.

– Y la fe de María explosiona por fin en su “Magníficat”. Todo un minievangelio cargado de noticias tan estupendas que podemos resumir hoy en una: Lo que importa es no lo que cada uno hagamos por Él sino lo que le dejemos hacer a Él en nosotros. Nada de protagonismos apostólicos el cimiento de toda vida espiritual radica en la humildad. ¿Seremos capaces de entonar cada día nuestro propio y agradecido “Magníficat”?

 

CANTO: LA VISITACIÓN.  (Gonzalo Mazarrasa)

 

El corazón generoso de María hizo posible que el plan de salvación de Dios siguiera adelante. Gracias a ella vino Jesús al mundo, y nos mostró la posibilidad de construir un mundo nuevo, lleno de justicia, de paz, de respeto, de perdón y de solidaridad. Cuando nosotros también decimos sí a las invitaciones de Dios, hacemos presente a Jesús en el mundo.

  • Nosotros hacemos presente a Jesús cuando, como María al visitar a Isabel, atendemos a nuestros hermanos más necesitados con cariño, respeto y dedicación. Dios te salve María…
  • Nosotros hacemos presente a Jesús cuando, como María, cuando dio a luz a Jesús en Belén, aceptamos con paz las limitaciones que la vida pone en nuestro camino. Dios te salve María…
  • Nosotros hacemos presente a Jesús cuando, como María en las bodas de Caná, estamos atentos a las necesidades de la gente que nos rodea, y hacemos algo para darles solución. Dios te salve, María…
  • Nosotros hacemos presente a Jesús cuando, como María durante la predicación de Jesús, reconocemos que lo único que nos hace grandes a los ojos de Dios es cumplir con su voluntad. Dios te salve, María…
  • Nosotros hacemos presente a Jesús cuando, como María en la Resurrección, creemos en la presencia viva de Jesús entre nosotros y llevamos esta esperanza a los demás. Dios te salve, María…
  • Nosotros hacemos presente a Jesús cuando, como María en Pentecostés, salimos como comunidad a decirle a los demás que Jesús es el Señor. Dios te salve, María…
  • Podemos añadir otras más de forma espontánea.

 

COMPARTIMOS LA ORACIÓN

CANTO DEL MAGNIFICAT

ORACIÓN FINAL.

Gracias a ti, María, buscadora de Dios en los pobres.

Gracias, María, por enseñarnos que las pequeñas cosas son lugar de encuentro.

Gracias, María, por presentarnos a Dios como hogar donde se crea la comunidad.

Gracias, María, por tu relato de salvación compartido con Isabel.

Gracias, María, por estar llena de gracia y de vida, y seguir siendo humilde.

Gracias, María, por emprender caminos de comunión.

Gracias, María, por hacerlo todo llevando a Jesús en el corazón.

Gracias, María, por tu apertura confiada al Espíritu Santo. AMÉN

 

 

Equipo Interprovincial de Pastoral Vocacional. Hijas de la Caridad-Misioneros Paúles. España. 

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