DÍA 23: LA EUCARISTÍA.
Hoy el Señor te invita a acercarte a su mesa, a recibir su cuerpo y su sangre como fuente de vida, fortaleza y comunión. La Eucaristía es el corazón de la misión: allí se alimenta el amor, se renueva la entrega, y se fortalece el alma para seguir sirviendo. Que este momento de oración te ayude a vivir la Eucaristía como encuentro transformador.
Respira profundo y repite esta frase-oración:
“Señor, que tu cuerpo y tu sangre me fortalezcan para vivir la misión con amor, paciencia y caridad.”
Evangelio del día: Juan 6, 53
Jesús les dijo: “En verdad, en verdad os digo: sino coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros”.
¡Palabra del Señor! ¡Gloria a Ti, Señor Jesús!
Enseñanzas de San Vicente de Paúl
La Eucaristía es el fuego que enciende el corazón del misionero. Quien comulga con fe, comulga con la misión de Cristo: amar, servir, entregarse».
Para la reflexión personal
Jesús nos dice: “Si no coméis mi carne y no bebéis mi sangre, no tenéis vida en vosotros.”
La Eucaristía no es solo rito, es fuente de vida, encuentro con el Amor, comunión con el Cristo que se entrega. Quien es misionero/a necesita alimentarse de esta presencia real para poder dar vida a otros.
San Vicente, incluso en la soledad de tierras lejanas, encontraba en la Eucaristía su fuerza. Recibir a Cristo era su consuelo, su fortaleza, su comunión con la Iglesia. La Eucaristía es el alimento del alma misionera.
La oración vicenciana nos recuerda que la Eucaristía nos inflama de caridad, mansedumbre y paciencia. Virtudes esenciales para la misión. Al recibir a Cristo, nos hacemos más como Él: pacientes con los enemigos, caritativos con los pobres, humildes en el servicio.
¿Cómo vivo la Eucaristía en mi camino misionero?
¿Cómo puedo hacer que mi vida sea una Eucaristía vivida: entrega, comunión, servicio?
¿Qué actitudes necesito fortalecer para que la Eucaristía transforme mi misión?
Oración final
Señor Jesús,
tú viviste con amor y paciencia,
incluso ante el rechazo.
Danos ese mismo espíritu
para vivir unidos, con caridad y mansedumbre.
Que nuestras palabras y acciones
te glorifiquen y acerquen a otros a ti.30
Amén.
Gentileza de: Misevi España