DÍA 13: DESAPEGO Y LIBERTAD ¡VUELA!

Hoy el Señor te invita a volar. A soltar lo que ata, a dejar atrás lo que pesa, a caminar ligero para servir mejor. El desapego no es pérdida, es libertad. Es abrir las manos para que Dios las llene de lo que realmente importa. Que este momento de oración te ayude a renovar tu libertad interior como misionera del Reino.

Respira profundo y repite esta frase-oración:

“Señor, libérame de todo lo que me ata, para que pueda volar hacia ti y servirte con corazón libre.”

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Evangelio del día: 2 Corintios 3, 17

Porque el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí está la libertad.

¡Palabra del Señor! ¡Gloria a Ti, Señor Jesús!

Enseñanzas de San Vicente de Paúl

Porque quienes estaban esclavizados/as por sus pasiones, quienes estaban en deuda con el espíritu maligno por haber obedecido a sus tentaciones, si ganan bien el jubileo, se verán libres de todo eso. Y lo mismo que los esclavos recibían por la gracia que

recibirán y serán restablecidos en la libertad de los hijos de Dios».

SVP XI, 833

Para la reflexión personal

San Pablo nos dice que donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Nosotros/as  misioneros/as necesitamos esa libertad para amar sin condiciones, para ir donde se le llama, para desprenderse de lo que no sirve al Reino.

San Vicente nos recuerda que el desapego es gracia, que libera de las pasiones y nos restablece como hijos de Dios. Quien es misionero/a no se aferra a lo suyo, sino que se entrega por entero.

La oración de San Vicente es un clamor profundo: “líbrame de estos afectos desordenados”. Es el deseo de vivir como ángel, como santo, como servidor libre. El desapego no es frialdad, es amor puro, sin cadenas.

¿Qué cosas me están atando hoy y me impiden volar libre hacia Dios?

¿Qué afectos o deseos necesito entregar al Señor para vivir con más paz?

¿Qué pasos concretos puedo dar hoy para vivir con más libertad interior?

Oración final

Señor Jesús,
líbrame de lo que me ata y me aleja de ti.
Dame un corazón libre,
desprendido y lleno de tu gracia.
Que viva buscando solo tu voluntad,
como tantos santos que te siguieron.
Por tu misericordia,
hazme permanecer en este camino.

Amén.

Gentileza de: Misevi España