Dios es el único Señor de la historia. Ningún poder en la tierra es digno del culto que a él sólo hay que ofrecer. Los creyentes no debemos de separar nuestra condición de cristianos de nuestra condición de ciudadanos, pero tampoco debemos confundir estas dos condiciones. Somos a la vez miembros de la Iglesia y de la sociedad civil.
¡Caridad y Misión!
P. Chuno, CM