Marco Antonio Durando nació en la región italiana de Piamonte el 22 de mayo de 1822. Su familia era una de las más importantes de su ciudad natal (Mondoví). Fue su madre la que le trasmitió la fe en Cristo la cual se fortificó con la enseñanza misionera de los Paúles que trabajaban cerca de su casa.
Por aquel entonces la Congregación de la Misión tenía un gran despliegue misionero en China y Marco Antonio, al ser ordenado presbítero en 1824, tuvo el anhelo de ir a anunciar el Evangelio a dicho país asiático. Sin embargo, su débil salud hizo que sus superiores lo destinaran al ministerio de las Misiones Populares por toda Italia.
Más tarde estuvo de superior en la casa de Turín (1831) y de Visitador en Italia (1837). Su principal aporte como superior estuvo en el trabajo de la Pastoral Vocacional para su provincia, ya que los miembros escaseaban debido a los dificultades sociales del tiempo. También consiguió crear una gran red de caridad con diferentes ramas vicencianas, sobre todo, con las Hijas de la Caridad, las Damas de la Caridad (actual AIC) y las Hijas de María(actual JMV). Esta atención a los pobres llegó hasta Crimea y con una fundación para financiar las misiones extranjeras: el Colegio Brignole.
El Espíritu Santo obró a través de él, incluso en contra de la mentalidad de la época, por medio de la fundación de Hermanas Nazarenas en 1865. La particularidad de esta nueva realidad eclesial es que recibía en su comunidad a muchachas «ilegítimas», es decir, no reconocidas por sus padres, cosa que la Iglesia impedía para formar parte de una comunidad religiosa. Su función está en la entrega y servicio a Cristo en los pobres en su domicilio.
El padre Durando falleció el 10 de diciembre de 1880 a los 79 años de edad. Su cuerpo está enterrado en Turín, en el pequeño santuario de la Pasión dentro de la Iglesia de la Visitación, exactamente en el lugar donde se reunieron las primeras Hermanas Nazarenas.
El 20 de octubre de 2002, el Papa Juan Pablo II lo proclamó beato.
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