El beato Leoncio Pérez nació el 18 de marzo de 1895 en Villarmentero (Burgos). Ingresó en la Congregación de la Misión, Padres Paúles, el 29 de agosto de 1911. Pronunció los votos propios del Instituto el 1 de enero de
1914 y fue ordenado sacerdote el 10 de agosto de 1921.

Fue siempre profesor de los aspirantes al carisma vicenciano en el colegio apostólico de Teruel y en 1935 fue trasladado a Alcorisa (Teruel). Tenía una inteligencia privilegiada y jamás hizo alarde de sus buenas cualidades humanas. Al contrario, supo ver a Cristo en la persona de todos los hombres, dejando tras de sí una fama de sacerdote fervoroso y recto.

El Padre Leoncio había salido de Alcorisa camino de Zaragoza, buscando refugio. Pasó varios días caminando de pueblo en pueblo, disfrazado. En un pueblo incluso pudo oír misa y volver a recibir la absolución sacramental. En otros vio la iglesia quemada. En Oliete (Teruel) le reconocieron como misionero.

Recibió el martirio el 2 de agosto de 1936.