DÍA 8: SENCILLEZ ¡LA VIRTUD QUE MÁS AMO!
Busca un lugar tranquilo. Si puedes, coloca una vela encendida y una imagen de Jesús o de San Vicente. No necesitas nada más. La sencillez comienza por dentro.
Haz esta breve oración para disponerte:
“Señor Jesús, tú que viviste con sencillez, enséñame a vivir con un corazón limpio, transparente y humilde. Que este momento sea un encuentro contigo en la verdad.”
Evangelio del día: Romanos 9, 1
“Digo la verdad en Cristo, no miento, y mi conciencia me lo atestigua en el Espíritu Santo”.
¡Palabra del Señor! ¡Gloria a Ti, Señor Jesús!
Enseñanzas de San Vicente de Paúl
Donde hay sencillez allí está Dios, que no es más que la misma simplicidad, todo uno, sin poder tolerar dos en sí mismo».
SVP XI, 723
Para la reflexión personal
La sencillez no es ingenuidad ni debilidad. Es la fuerza de la verdad vivida con humildad. Es hablar con el corazón, actuar sin doblez, vivir sin máscaras. San Vicente la amaba profundamente porque sabía que donde hay sencillez, allí está Dios.
En un mundo lleno de apariencias, la sencillez es profética. Como misioneros/as, estamos llamados/as a ser transparentes, auténticos, coherentes. Que nuestras palabras y nuestras acciones digan lo mismo, coherencia. Que lo que somos en público, lo seamos también en lo oculto.
La oración de hoy es una súplica hermosa:
“Hazme adquirir tu espíritu de sencillez… para que así promulgue tu palabra.”
Porque el Evangelio se transmite mejor cuando se vive con sencillez. No necesitamos grandes discursos, sino corazones limpios, gestos sinceros, palabras que nacen del amor.
¿Soy transparente en mis relaciones, en mi servicio, en mi oración?
¿Cómo puedo hoy ser testimonio vivo del Evangelio a través de la sencillez?
Puedes cerrar este momento repitiendo en silencio:
“Señor, hazme sencillo/a como Tú. Que mi vida sea clara, humilde y verdadera.”
Oración final
Señor Jesús,
tú viviste con sencillez y amor.
Enséñame a seguir tu ejemplo,
a hablar claro, vivir humilde
y servir con corazón limpio.
Hazme tu apóstol sencillo,
fiel a tu gracia y cercano a los demás.
Amén.
Gentileza de: Misevi España